12 marzo 2016

10 SIMPLES ACCIONES PARA CONQUISTAR EL CORAZÓN DE TUS ALUMNOS

FUENTE: http://justificaturespuesta.com/10-simples-acciones-conquistar-corazon-alumnos/?platform=hootsuite


Llegar al corazón de tus alumnos. ¡Vaya reto! El artículo de hoy quiere ser un complemento al artículo que publiqué en su momento bajo el título 10 Trucos para enamorar a tus alumnos y que tanta repercusión tuvo en su momento.

También quiere esta entrada ser un recurso para que trabajes en el aula no sólo los contenidos, sino todo aquello que tiene que ver con las emociones y los sentimientos o, como me gusta llamarlo a mí, con la escuela del ser.

¿Quieres descubrir cómo se llega al corazón de los alumnos? ¿Quieres que tus alumnos te recuerden por aquello que les transmitiste? Si es así, no te entretengo más. Zarpamos…

¿Cómo quieres que te recuerden tus alumnos? Por una educación capaz de llegar al corazón.

He reflexionado mucho acerca de la pregunta relativa a cómo me gustaría que me recordaran mis alumnos. Para mí se trata de una pregunta crucial porque de alguna manera define tu profesión. Así que,

¿Cómo me gustaría que me recordaran mis alumnos?

No sé si tengo una única respuesta para esta pregunta, pero si tuviera que responder diría que me gustaría que me recordaran no por lo que les enseñé, sino por lo que fui. Me explico.

Cuando pienso en los profesores que me han marcado, pocas veces les recuerdo por los contenidos que me enseñaron, sino por aquellos detalles que me regalaron, per el tiempo que invirtieron en mí, por las sonrisas que fueron capaces de arrancarme, por la curiosidad que me contagiaron…

Por tanto, me gustaría que mis alumnos me recordaran por haber sido capaz de conquistar su corazón.


Y para ello tengo claro que no existe otra fórmula que la dedicación, el tiempo vivido con ellos. Porque para mí la educación es tiempo

10 Maneras de llegar al corazón de tus alumnos.


1. Formular preguntas abiertas.

Formular preguntas abiertas que no se responden con un sí o un no tiene un gran valor. ¿Por qué? Porque estás transmitiendo al alumno que te interesas por él y que la respuesta que te dará implica que permanezcas a su lado el tiempo que tarde en responder. Te aseguro que es una manera excelente de compartir el tiempo con tus alumnos.
Si quieres aprender a formular preguntas abiertas, te recomiendo la lectura de este
enlace.


2. Escuchar activamente y de manera empática.

Como docente puedes escuchar con los sentidos, pero también puedes escuchar desde el corazón. Es lo que denomino la escucha empática, la escucha que no se centra en las palabras, sino en los sentimientos. Para saber más sobre el término escucha empática, te remito a la lectura del siguiente enlace.


3. Maravillarse y responder con asombro.

Educar en el asombro es una excelente forma de replantearte la finalidad de todo aprendizaje, es decir, replantearte el aprendizaje desde el goce del proceso más allá del resultado. Educar en el asombro es educar desde lo esencial.

Sobre este punto no puedo obviar un libro que ha sido capital para mí y que lleva por título, precisamente,
Educar en el asombro. Una maravilla.


4. Responder afectivamente ante un logro.

La mejor manera de responder ante la consecución de un logro por parte de uno de tus alumnos es siendo activo y constructivo, es decir, haciendo recaer toda su atención sobre él, pidiéndole detalles, manteniendo el contacto visual y reflejando en tu rostro orgullo, emoción y alegría.

Por desgracia, no siempre los docentes respondemos así. Existen otras forma muy negativas de hacerlo. Si quieres saber cuáles son, te remito al siguiente
enlace.


5. Usar el sentido del humor.

El humor es una excelente forma de comunicarte con tus alumnos y establecer vínculos y complicidades. De lo que se trata es de fomentar el reírse con la gente, no de la gente.


6. Valorar más el proceso que un resultado.

Valorar el proceso sobre el resultado implica compartir el tiempo de aprendizaje con ellos. Sobre todo en aquellos alumnos que por diversas razones tienen dificultades para afianzar y consolidar sus aprendizajes.


7. Interesarse no sólo por lo que hacen, sino también por lo que son.

En demasiadas ocasiones nos centramos más en lo que hacen que en lo que son. Esta es para mí la diferencia que marca la escuela del hacer, de la productividad y la escuela del ser, la escuela que se centra más en saber ser que en el saber hacer.


8. Saber que pueden contar contigo.

Saber que estás ahí, saber que pueden contar contigo es algo que recordarán por siempre tus alumnos. Porque ese contar contigo es sinónimo de tranquilidad, de confianza y acompañamiento.

9. Conseguir que te enseñe algo que no sabes.

Ser consciente de lo que sabes, de tus limitaciones y de lo que puedes aprender de los demás. Y sólo se puede aprender de un alumno mostrando el interés y la curiosidad que cada alumno manifiesta en función de sus intereses.


10. Arrancar por un instante la mejor de sus sonrisas.

Sólo la sonrisa que sale del corazón es la única capaz de llegar al corazón de tus alumnos. ¿Y sabes qué nombre tiene la sonrisa verdadera? La sonrisa de Duchenne, una sonrisa espontánea.
Si quieres saber más sobre la sonrisa de Duchenne, no dejes de leer este
artículo.

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