La historia ya no puede enseñarse como siempre. En esto coincide la mayoría de profesores. Así nos lo trasladaban recientemente José Antonio Lucero e Isabel García-Velasco, que subrayan la necesidad de que la asignatura y su profesorado se adapten a los nuevos tiempos. El metaverso o la inteligencia artificial son dos de los muchos puntos que ocupan la agenda digital y, más que un reto, representan una fuente de nuevas oportunidades no solo para las asignaturas científico-técnicas, sino también de humanidades. La innovación, de hecho, guía ya la enseñanza de materias como la Historia, demostrando muchos de sus profesores que la unión de pasado, presente y futuro no solo es posible, sino también recomendable.
En este sentido, el concurso Vicens Vives-Puy du Fou Haz apasionantes tus clases de Historia,
promovido por Siena
Educación, quiere no solo fomentar sino también visibilizar la innovación
que están desarrollando los docentes de Historia en sus clases. Más de un
centenar de profesores ya han presentado sus proyectos al concurso, que
continuará recibiendo propuestas hasta el próximo 15 de abril y cuyos
premios se entregarán el 6 de mayo en el I Encuentro Iberoamericano de Profesores de Humanidades. El
objetivo es reconocer iniciativas docentes en el ámbito iberoamericano que
desarrollen proyectos escolares que contribuyan a la mejora de la calidad
educativa en las distintas materias de Historia.
Los desafíos son múltiples, entre ellos, conseguir que
el alumno del siglo XXI, inmerso en el entorno digital, vea en el estudio de la
historia algo más que un mero ejercicio memorístico: «Un buen profesor de
Historia busca nuevas y eficaces didácticas para que en el aula sus alumnos no
solo aprendan historia, sino que además se apasionen por nuestro pasado; para
suscitar la emoción, el asombro y la curiosidad, la innovación, la tecnología
debe caminar junto al estudio y al esfuerzo, conseguir que a los
estudiantes les apasione ser viajeros del tiempo», asegura Vidal Sánchez
Vargas, historiador, presidente de CECE Madrid y miembro del jurado del
concurso.
"La tecnología debe caminar junto al estudio y al esfuerzo, conseguir que a los estudiantes les apasione ser viajeros del tiempo".
Pero, ¿están los profesores abiertos a utilizar nuevas
dinámicas en las clases de Historia? ¿Qué se debe cambiar con respecto a
esta materia? «La Historia es una materia interdisciplinar que cuenta con
multitud de recursos que la enriquecen y la fortalecen», sostiene Inmaculada
Gavira, miembro del Centro UNESCO Andalucía e integrante del jurado. Algo que
recalca la idea de evolucionar y apostar por las nuevas técnicas de aprendizaje
en la asignatura.
Para Jaume Vicens, consejero delegado de Vicens Vives,
«es clave hacer de la historia una herramienta de comprensión de la realidad
actual y de transformación». Por eso, sostiene que «la Historia debe
centrarse en los problemas sociales relevantes, adoptando una visión más
holística y temática, menos memorística». En este sentido, cita el caso de
Francia: «Un buen ejemplo es el modelo francés, donde se busca que el alumnado
descubra las principales problemáticas históricas de cada período, más que
estudiarlas desde una perspectiva meramente cronológica».
El campo de posibilidades de las nuevas técnicas de
aprendizaje se amplía también con la utilización de la tecnología en las aulas.
Así lo considera Arantxa Martialay, miembro del comité del concurso para
jóvenes historiadores Eustory Iberia: «La tecnología nos sirve para trasladarnos
a cualquier mundo en cualquier momento, pero no podemos olvidarnos de otras
muchas formas de conseguir que la mente de nuestro alumnado aprenda, sueñe,
conozca, admire y disfrute con la gran aventura de la historia».
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